lunes, 25 de junio de 2012

OBSERVACIÓN




OBSERVACIÓN


     La Observación es una cualidad del Segundo Rayo, tan importante, que sin ella los demás Aspectos de Dios y Rayos casi son imposibles de desenvolver. 

Observar es percatarse de algo, darse cuenta de un hecho, estar alerta, atento, despierto a lo que sucede, viendo realmente, sin agregarle la fantasía de la mente ni las emociones; sin los conceptos religiosos, políticos, sociales o morales que tenemos grabados.

     La Observación es la actividad primordial de mayor importancia entre todas las que se puedan realizar en una Vivencia Espiritual, y pertenece al Segundo Rayo Dorado.

     Por medio de la Observación podemos comenzar a transformar el conocimiento en sabiduría, que luego se desarrolla en Omnisciencia; esta, a su vez, se convierte en Iluminación; y la Iluminación nos lleva a la Ascensión, al percatarnos, asumir y Ser la Realidad de nuestro "Yo Soy", el Existir, la Totalidad de la Vida, los Siete Aspectos de Dios, los Siete Principios y los Siete Planos.

     Solo la Observación de la fuerza, el saber en los demás y en la vida, el amor entre los seres vivientes, la belleza de todo lo que nos rodea, la ciencia de cada cosa, la tranquilidad de la naturaleza y la magia, que es la vida misma, nos conduce al desenvolvimiento de la Sabiduría y puede disolver la pobreza de la ignorancia, que es la causante de todos nuestros sufrimientos.

     La Observación es la causa de que dejemos de ignorar el porqué nos suceden las cosas negativas, y que podamos solucionarlas.

 La vida y todos los sucesos se pueden comprender y resolver, simplemente, por medio de la Observación Inteligente de los hechos y las situaciones, estando conscientemente, a plenitud, en el lugar donde se está; y, a través de esta concienciación, percibir lo que hay de real o de mentira en cada asunto.

APRENDER OBSERVANDO

     La mejor manera de aprender los Siete Aspectos de Dios y los Siete Principios Universales es observarlos en la Naturaleza, en la historia y en los sucesos de los seres humanos. 

Por eso es tan importante leer, ver películas, escuchar historias de las vidas de los demás seres humanos, y analizar la acción de los Siete Principios y los Siete Rayos en sus vidas.

     La mejor manera de aprender es mediante la Observación. Aprendemos a amar, observando el amor sin juicios ni prejuicios; se puede observar cómo las personas se atraen unas a otras, se besan y se ayudan. 

Con la Observación comprendemos la belleza, contemplándola en los cuerpos de la gente, en el medioambiente, en las pinturas, en las construcciones y en todo.

Entendemos la vida observando cómo se manifiesta en cada cosa. Comprendemos la Libertad, viéndola en un águila que vuela, en la fuerza del viento, en la elevación de un globo, en el ir y venir de las olas del mar, en el movimiento cósmico, en los ideales de los pensadores. 

La manera de entender la Luz es observar el Sol en sus diferentes facetas, en una llama encendida y en los faroles de la calle.
     
Al observar, aprendemos sin autoridad, sin nadie que diga imponiendo su decir; así se aprende por comprobación y convicción propia, y no cabe el engaño.

     Podemos estudiar libros, asistir a charlas, tener un instructor que nos diga las cosas, pero toda la información que eso genera ha de ser corroborada por nuestra propia Observación, si no, tiene muy poca validez.


Del Libro RAYO DORADO (pág. 31-33) - Autor: RUBÉN CEDEÑO
Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA

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