miércoles, 16 de mayo de 2012

JUEVES: EL PRIMER PASO PARA LA CURACIÓN ES EL PERDÒN!!



PERDÓN

     Existe un Principio Universal que se llama CAUSA Y EFECTO, y es que todo lo que has hecho en el pasado se te devuelve en el presente. 
Si ha sido bueno, te traerá felicidad y armonía; pero si ha sido negativo, al devolverse, te producirá enfermedades. 
Sin embargo, todo eso lo puedes disolver, perdonando toda situación negativa que hayas tenido con cualquier persona, situación, lugar o cosa en el pasado.

 El primer paso para la curación es el PERDÓN.
El que perdona, olvida. Dile a aquella persona que te ha hecho algo desagradable o a la que hayas perturbado, a todo tu pasado y a lo que necesite tu perdón:
"TE PERDONO, TE OLVIDO, TE SUELTO Y TE DEJO IR".
No importa que al principio no lo sientas ni lo hagas de corazón, de tanto practicarlo te harás un maestro perdonando.

     Deja ya de culpar a los demás por lo malo que te pasa o te ha pasado, y tampoco te eches la culpa. Dite a tí mismo: 

"ME PERDONO POR TODOS LOS ERRORES QUE HAYA PODIDO COMETER".
     
Dile a los demás: "TE PERDONO, OLVIDO PARA SIEMPRE TODO LO QUE ME HAS HECHO Y TE ENVUELVO EN MI CÍRCULO DE AMOR". 

El rencor enferma, y el Amor sana.


EJERCICIO DE LA SANACIÓN

     El Poder de Dios Sana mi cuerpo.
     La Sabiduría Divina hace que todo mi organismo funcione perfectamente.
     El Amor Divino inunda mi ser y me hace curar y avanzar.
     Todo mi cuerpo es purificado por Dios de toda aflicción.
     Los poderes más salutíferos del Universo inundan mi ser.
     La Paz de mi alma es la fuente de mi salud.
     El perdonar a todos los que me han hecho mal, es el principio de mi salud.
     Amén.

DÉJALO IR

     Los médicos, las personas que trabajan en curación y los familiares deben respetar la decisión y la voluntad de los pacientes.
 Lo primero que se le debe preguntar a un paciente es: "¿Tú te quieres sanar?, ¿tú quieres vivir", y si él dice que no, hay que respetar su decisión y dejarlo irse del cuerpo físico en paz, ayudándolo a bien morir, porque la muerte no existe, él no va a morir nunca, sencillamente se cansó de habitar ese cuerpo físico.

     Se ha dado el caso de metafísicos muy avanzados que se han dejado morir, y muchas personas expresan: "Si era metafísico, ¿por qué no se curó? ". 

No debemos tenerle miedo a la muerte. Siempre hablamos del más allá. Cada vez que alguien expresa: "Cuando yo me muera ...", inmediatamente dice otra persona: "no lo acepto"; y ¿por qué no? 

Que la muerte no existe se debe aceptar desde un principio; si no la aceptamos es porque creemos en la muerte, y esto es falta de fe.

     Cuando comienzas a aceptar la muerte, te das cuenta de que solamente es una transición para vivir en el más allá. Cuando este cuerpo que tenemos ya no nos responde, lo mejor es dejarlo.

     Todas esas vidas artificiales que los médicos han inventado en pacientes desahuciados, en estado de coma, poniéndoles una cantidad de elementos: respiración artificial, riñones, sangre, oxígeno y elementos para que tengan una vida artificial, tienen como consecuencia alargar un proceso que puede ser más rápido y ligero, y lo hacen tedioso, mientras que a lo mejor dejando que la persona muera por sí misma, le hacen la vida más fácil y placentera. 

Así que ¡déjalo ir!

     Así como nos hemos medio preparado para vivir, también debemos prepararnos para eso que se llama muerte.

 Por lo tanto, esa enfermedad terrible, terminal, con la cual vamos a desencarnar, no es enfermedad. 
Hay un motivo por el cual uno va a dejar la encarnación. 

El Señor Gautama, que no se iba a morir de nada, se comió un plato de arroz que estaba contaminado para morirse de eso, ya que de algo se tenía que morir.

 El mismo Jesús, como no se iba a morir de nada, dejó que Judas lo entregara, que lo vendiera.

 Él mismo le dijo: "lo que has de hacer, hazlo pronto"; buscó su muerte.


Del Libro CÚRATE A TI MISMO (pág. 48-49/55/73-74) - Autor Rubén Cedeño
Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA
  

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