jueves, 1 de marzo de 2012

EL ESPÍRITU SANTO HABLA DE CURACIÓN


Todo lo que atrae la atención de ustedes, trátese de una per­sona, lugar, condición o cosa; todo lo que cause un sentimiento dis­cordante en ustedes, y no importa que sea resentimiento, envidia, odio, crítica, condenación, juicio o cualquier cualidad similar; lo es­tarán cargando en sus propios mundos emocionales circundantes. Y luego se preguntan: "Pero, ¿qué es lo que le pasa a mi salud?".
Sólo hay una cosa que produce mala salud: ¡la discordia en los sentimientos! ¿Acaso no ven, Mis Amados, que si no hubiera discordia en los sentimientos, no habría nada en ustedes sobre lo cual la discordia del mundo exterior pudiera asirse y así afectarlos? Se trata únicamente de la Ley.
Muchas veces he observado a muchos de ustedes con gran y amoroso interés, y también con compasión, en sus esfuerzos por sostener una acción vibratoria que invite a las corrientes curadoras  más poderosas y constantes, para el establecimiento y mantenimien­to de la conciencia divina en sus propios vehículos y los de otros.
Como ustedes saben, la enfermedad es una vibración discor­dante, ya sea una dolencia física, emocional, mental o moral. La vi­bración generalmente tiene su núcleo en el cuerpo emocional; la causa fundamental de donde procede el efecto hacia el cuerpo está arraigada principalmente en uno de los vehículos internos. Es un patrón mental, emocional o etérico de muchos siglos de antigüedad, y muchas veces consiste en un núcleo emocional de vibración im­perfecta. Este patrón emite grandes rayos, y así como han visto la radioactividad del radio y la Luz sobre el cuerpo camal, del mismo modo estas radiaciones internas se anclan en el cuerpo físico como determinadas condiciones imperfectas. Por lo tanto, el remedio para toda dolencia es la disolución de la vibración destructiva fun­damental interna y el establecimiento de una nueva radiación que sea beneficiosa para el cuerpo físico.
Cuando una causa interna se ha impreso en el cuerpo carnal, esa causa puede ser transmutada por las invocaciones a la Llama Violeta Transmutadora desde el corazón del Maestro Ascendido Saint Germain, a través de su propia Presencia "YO SOY" o de cualquier Ser Divino que use una actividad del Fuego Sagrado de la Purificación. Luego, debe establecerse dentro del cuerpo inter­no una vibración sanadora para restaurar, renovar y reconstruir los tejidos enfermos y perturbados. En otras palabras, debe establecer­se una nueva causa en los niveles internos para producir un nuevo efecto.
Si ustedes siguen toda esta instrucción al detalle, con medi­tación, contemplación y luego acción, sé que alcanzarán una libera­ción personal que estará seguida y amplificada por las corrientes curadoras cósmicas que pueden ser invocadas y sostenidas en su diario vivir, para bendecir toda la vida aún no ascendida.
Ha sido dicho repetidamente que para tener salud son esen­ciales la armonía y la paz de la mente, porque todos los electrones del universo que llevan estas cualidades deben pasar a través de la mente y la naturaleza del sentimiento, antes que puedan encontrar expresión como poderes sanadores potentes en la forma física.

Título original del libro: Cúrate a ti mismo
Autor: Rubén Cederlo
Editor: Fernando Candiotto
Edición conjunta: Editorial Manifestación  Editorial Señora Porteña

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