lunes, 5 de marzo de 2012

DIOSES MERÚ

Extracto de los Libros:
El Templo de la Iluminación y los Dioses Merú y Magia de los Andes de Rubén Cedeño

El Dios Merú es el Manú o “Cabeza” de la Sexta Raza –que está naciendo en Sudamérica- y el “Padre de la Cultura Andina”. Su Retiro Etérico, el “Templo de la Iluminación”, se encuentra en las montañas de los Andes, sobre la región etérica del Lago Titikaka.
Los Dioses Merú vinieron del antiguo continente Lemuriano. Eran dos Seres de mucha luz consagrados al culto del Sol, que servían en un templo sobre cuyo altar había un enigmático “Disco de Oro” con propiedades mágicas. Cuando el hundimiento de Lemuria se avecinaba, los Dioses Soles de nuestro sistema, Helios y Vesta, le anunciaron a estos dos Seres lo que iba a acontecer, para que tomaran el Disco Solar y partieran hacia el nuevo continente –América- llevando los libros, las joyas, las vestimentas, la cultura, la religión, el gobierno y la Sabiduría Eterna.
Los Dioses Merú se establecieron en las montañas de los Andes, fundando la cultura andina. Ellos llegaron a un lugar que hoy en día se conoce como el Cuzco.
Los Dioses Merú se sentaban con la gente, en el Coricancha y por todo el Tawantinsuyo, para instruirla, explicándole las enseñanzas solares. El Dios Merú trajo las semillas del maíz, la papa, la quinua, y la cañihua; y le enseñó a los hombres a cultivar la tierra, sembrar plantas alimenticias y medicinales, hacer acequias, fabricar calzados, construir casas y templos, el culto al Sol y las enseñanzas metafísicas andinas. Cuando en los Andes vemos a los hombres labrando, lo saben realizar. No porque vinieron las Naciones Unidas a explicarles cómo hacerlo, sino porque el Dios Merú los instruyó.
La Diosa Merú le mostró a las mujeres cómo trasquilar animales, hilar, tejer, hacer ropa, cocinar, cuidar a los hijos y el hogar. Los Dioses Merú le enseñaron a esta gente en una época muy remota. Después fueron surgiendo cantidad de templos, donde Ellos se sentaban a instruir. Lo que se adoraba no era la imagen de ningún dios, sino a la enseñanza.
 
LA RESPONSABILIDAD DE LOS MANÚS
Los Manús han sido provistos para las siete grandes Razas Raíces que pertenecen naturalmente a las evoluciones de la Tierra. Cada uno de estos Manús, incluyéndome, es responsable por una Raza Raíz y siete sub-razas que vienen subordinadas a Él. Cada Manú no puede ser libre –él no elige ser libre-, hasta que cada miembro de Su Raza Raíz y las siete sub-razas pertenecientes a ésta, estén redimidas y ascendidas dentro de la perfección divina desde donde salió en el principio

Los tres primeros Manús completaron Su servicio porque la radiación de la Tierra no estaba aún contaminada por la llegada de otros rezagados de otras estrellas. Sus Razas raíces encarnaron, sus sub-razas se desarrollaron, y la gente ascendió, habiendo completado, en aproximadamente catorce mil años, en cada ciclo, su evolución.

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