viernes, 10 de febrero de 2012

DINERO


Un asunto a tratar es el dinero. Nos meten en la cabeza el asunto de la carencia. Porque siempre está la famosa frase: "no hay", "no tengo", "no puedo", que debe ser borrada, no dicha, ni pensada. Cuando veas que el dinero que tienes no te alcanza, dices: 

"VOY ATENER MÁS", "YA TENGO MÁS PROVISIÓN" 
Pero somos tan terribles, mira lo que hacemos:
Tenemos dinero en el banco, a veces no tanto, pero algún dinerito tenemos y porque se nos agota lo que cargamos en el bolsillo y queremos comprar algo, decimos: "no tengo". ¿Y lo que tienes en el banco? Aunque sea domingo y no puedas sacar el dinero del cajero automático, tú tienes. Pero dices: -no tengo-, ¿tú sabes lo terrible de esa frase? Va a ir directo a tu cuenta bancaria y la va a disminuir.
Cuando eres tacaño y viene el que pide limosna y le dices: "no tengo", te estás haciendo el daño más grande de tu vida. Porque en esa misma medida se te va a devolver todo lo que necesitas, "con escasez"  Si necesitas pan para toda la familia en tu casa, vas recibir un pedacito del tamaño del centavito que diste.
Si tú vieras actuar la ley no te reirías, te pondrías serio y dirías: "cuántas veces lo he hecho", "Ay Dios mío, ¿cómo se me va a devolver esto?"
Si alguien pide prestado dinero, ropa, comida u otra cosa, si la tienes y puedes, nunca prestes, regala y piensa: 

"Dios mío, así como le estoy dando dame a mí" 
Cuando te pregunte: ¿cómo hago para pagarte"? Respóndele: "tú no me vas a pagar; hazme una oración, para que, lo que yo te estoy dando, siempre tenga para darte más y Dios me lo devuelva multiplicado" Verás que nunca te faltará nada. "Gracias Padre"
"Cuando regalas en realidad estás invirtiendo", pero a veces eso no funciona, porque nos han metido conceptos de carencia de no tener y de pobreza. Y a veces vamos a la clase de Metafísica o leemos, aprendemos sobre la opulencia y seguimos siendo tacaños. Da, da, que mientras más des, más vas a recibir.
San Martín de Porres, que es una encarnación del Señor Koot Hoomi, daba tanto y tanto, que salía con la cesta vacía, y se le iba llenando de alimentos y seguía dándole a la gente, y no sabía de donde venían las cosas. Eso sucede. Cuando mentalizas tu bolsillo o cartera como una fuente de agua como un manantial que brota dinero, dinero y dinero, eso sucede. R.C.

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