viernes, 4 de noviembre de 2011

LEY DE CAUSA Y EFECTO VI

CONTINUAMOS CON LAS OCHO CAUSAS DE LA FELICIDAD


ACTUAR POSITIVO

Actuar Positivo es no hacerle daño ni mentirle a nadie, ayudar a la gente, ser bondadoso, amoroso, servicial, lo que indudable­mente se nos devolverá por consecuencia. Una de las más "Correc­tas Acciones" es perdonar, ya que nos libera del mal Karma y elimi­na el sufrimiento.

BUENAS FORMAS DE GANARSE LA VIDA
Sí tenemos medios de subsistencia negativos, robando, ma­tando animales para comer o asesinando personas, especulando, engañando, extorsionando, sobornando, tiranizando con autoritaris­mo, coartando la libertad, éstas serán CAUSAS que nos conduci­rán a seguir siendo infelices y sufrir horriblemente, aunque practi­quemos todos los otros Pilares de la Metafísica.

OBSERVACIÓN
Cuando nos observamos en silencio, sin criticar, condenar ni calificar, desarrollamos la Conciencia Despierta en la Chispa Divina, dándonos cuenta de lo que vivenciamos, sin etiquetar, fragmentar o conflictuar. Eso nos pone alertas mentalmente, nos hace conocer­nos, ser inteligentes, sabios, comprensivos, sentimos vivos, ubica­dos en el presente inmediato, en la plenitud del lugar donde esta­mos "aquí y ahora", sin ver el pasado; llenos de una especial vitali­dad, sensibles, amorosos; sobreviene en nosotros un silencio místi­co y sobrecogedor, lleno de Amor Compasivo, que inunda TODO lo que nos rodea, produciendo paz y bondad. Observémonos por fuera: dónde estamos, los objetos, el paisaje, las calles, casas, construcciones y la gente. Por dentro observemos nuestros pensa­mientos, sentimientos y el cuerpo, ubicándonos en nosotros, viendo los procesos mentales, ideas, conceptos, arquetipos y programa­ciones que tenemos grabados, y los pensamientos que galopan en nuestra mente, cómo cambian variadamente. Digámosle a la mente: "Paz, aquiétate", y a toda negatividad: "Te borro".
Observémo­nos emocionalmente: los sentimientos que tenemos, el odio, los malos deseos que sentimos por los demás, la agresividad, el insulto, los disgustos, las discusiones con alguien, y decretemos: "Yo Soy Amor"
Observémonos físicamente: nuestros movimientos, cómo actuamos, si insultamos, si somos o no participativos cuando nos invitan a compartir, cuando descuidamos a alguien; decretemos: "Me perdono por el mal uso de la energía"
Solamente obser­vándonos como si fuéramos espectadores de nosotros mismos, lle­gamos al conocimiento propio.
Así se inicia una transformación, una profundidad en nuestros asuntos, y el despertar de la Conciencia; pero es necesario que nos despojemos de los pensamientos que distorsionan la realidad, que no nos juzguemos, condenemos, ni caigamos en la auto lástima. Es observamos sin juicio. Así es cómo nos
damos cuenta de estas cosas, pasaremos consecutivamente a dar­nos cuenta de nuestro SER, la Presencia "Yo Soy"
Al observar, podemos entender; al entender, comprendemos y empezamos a sa­ber.
Cuando comprendemos una virtud -el contenido, poder y efecto de un mántram o una actitud-. Ya no tenemos que trabajar por desarrollarla, porque se incorpora y actúa automáticamente, por pura consciencia.
Cuando no observamos, estamos dormidos, ale­targados, inconcientemente haciendo lo que nos perjudica, co­metiendo errores por ignorancia. Observemos nuestros errores para poder corregirlos y borrarlos. Afirmemos: "Yo Soy el Ojo Avizor de Dios"

OBSERVÉMONOS
Evadimos observarnos cuando hablamos en exceso, toma­mos alcohol, oímos música estridente, nos drogamos o emborra­chamos. No cuestionemos, porque dañamos la observación con nuestra calificación. No justifiquemos nuestros errores, porque la mente es hábil y para no descubrir la propia culpa, busca las culpas en los demás.
El ladrón roba, el asesino mata, el gue­rrero arremete y hacemos sufrir a los demás por inconsciencia. Cuando nos damos cuenta del mal que hacemos, ya no lo ejecuta­mos más.
Tengamos valor, inteligencia, decisión y no nos moleste­mos por nuestros errores; transmutémonos, decretando: "Perdono y borro ese error de mi vida"
Los defectos que vemos en los demás son los que nosotros mismos tenemos. El odio, la divi­sión, la falta de Amor y fragmentación que vemos en otra persona es la proyección de lo que tenemos dentro. Señalarles defectos a los demás es denunciarnos. Cuando observamos, desarrollamos la Consciencia. Observar la Sabiduría nos hace sabios.

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