LEY DE CAUSA Y EFECTO III

OCHO CAUSAS DEL SUFRIMIENTO

Las Ocho Causas del Sufrimiento son:

1- Falta de Com­prensión o ignorancia.

2- Pensamiento Negativo.

3- Palabra Negativa.

4- Actuar Negativo.

5- Vivir sin los Principios Uni­versales

6- No hacer Esfuerzo;

7- Falta de Observación.

8- No Meditar.

Cuando estamos en situaciones ventajosas, como dirigiendo, siendo jefes, gobernantes, famosos, directores de un grupo, nos va bien económicamente y somos afortunados en el amor, a veces nos volvemos arrogantes, déspotas, injustos, abusa­mos de los demás y de la autoridad, olvidando que en un momento todo eso se nos va a devolver.

La forma de que las CAUSAS ne­gativas no nos afecten y no se nos continúe devolviendo lo malo que hemos hecho en el pasado, es moviendo Causas Positivas, pensan­do positivo, activando la Conciencia Divina, perdonando y decre­tando.

No regañemos a nadie si no sabe actuar positivamente. La gente no tiene porqué saber las cosas, si no se le ha enseñado o inducido a saberlas. No importa la edad que tenga o cuánto crea saber aquél que comete el error; si no sabe, hay que enseñarle.

Hay que buscar el porqué de la falla, y al conseguirlo, si es erróneo, modificarlo, corregirlo. De inmediato se verá el cambio en las cosas. El sufrimiento es causado por nuestra ignorancia.

Hay personas que, por desconocer el Principio de Causa y Efecto y actuar mal. De gobernar pasan a ser gobernadas y perseguidas. De prepotentes, a ser pacientes en un hospital. De pedantes, a ser hu­milladas. De famosas, a ser ignoradas.

CAMBIA LA CAUSA

La manera de transformar lo desagradable es buscándole la CAUSA y cambiándola. Cambiando las causas, cambiamos los efectos.

Seamos amables, agradecidos, dulces y colaboradores para que los demás actúen de esa manera con nosotros.

Si move­mos causas ayudando a las personas, enseñando, amando sin jamás rechazar a nadie, instruyendo con buena voluntad, sabiduría, belle­za, verdad, devoción y libertad, obtendremos como efectos esas mismas cosas.

Si vivimos bien, felices, satisfechos, con todas las ne­cesidades cubiertas, en compañía afectiva y agradable, es porque hemos movido CAUSAS buenas en el pasado que han traído esos efectos.