martes, 25 de octubre de 2011

PRIMER PILAR DE LA METAFÍSICA: MENTALISMO III

Ya aprendimos lo que son los "Arquetipos Mentales" y los “Arquetipos Emocionales".
Hoy conoceremos:  los "Arquetipos Vitales"
Son las CAUSAS de nuestra buena o mala salud. Cuando nos enfermamos, esto se debe a los Arquetipos Vitales que tene­mos, y los podemos cambiar, decretando: "Yo Soy Salud". La cu­ración de cualquier órgano se puede realizar desde los "Arquetipos Vitales". En un caso en el que se requiera curación, podemos en­viarle pensamientos y tratamientos de salud al paciente.
CONCIENCIA
La mayoría de las veces actuamos por inconsciencia, que es no damos cuenta de las cosas; actuar sin conocimiento, sin re­flexión, ignorantemente, desinformados, dormidos, superfluamente, sin profundidad, sin conocemos, sin claridad en la profesión, en la sexualidad, el camino espiritual escogido, la relación familiar y el lu­gar donde vivimos. Podemos dejar de estar inconscientes.
 Cuando hay libertad de actuar, descubrir, investigar y darse cuenta, se desa­rrolla la Conciencia. El apuro, hablar en demasía, el desorden físico y mental, el exceso de trabajo, el estrés, la ingestión de alcohol, ci­garrillos y drogas, nubla la percepción autoconsciente, produce in­consciencia, y ésta causa sufrimientos.
Mientras vivimos en con­flicto, no podemos conocernos ni tener conciencia, Al no estar claros, actuar sin autoconsciencia, la vida es, un caos, generamos su­frimientos, e incluso estamos inconscientes de que sufrimos, porque es tanto el desastre, que no percibimos la confusión. Tenemos traumas, complejos, pero creemos que son los demás los que están mal. Esto se traduce en rechazo y terquedad. El estar mal con el entorno produce rebeldía, desorden y desobediencia.
No estar claros en un punto de la vida hace que, por Principio de Vibración (*), no estemos claros en muchas cosas más.
Concienciemos: "Yo Soy el punto de conciencia por donde Dios se da cuenta del mundo"
Conciencia es darnos cuenta de las cosas, el reconocimiento de la realidad, lo que está sucediendo alrededor y dentro de no­sotros, lo que estamos haciendo, las cosas que nos rodean, lo que vemos y percibimos, el conocimiento que tenemos, las percepcio­nes, ideas, sentimientos y deseos, donde estamos, las característi­cas de todo, cómo son y qué son las cosas, qué significan, sin que nadie nos las diga. Es lo contrario de estar dormidos, inconscientes y distraídos, ignorando.
Tenemos dos ámbitos de consciencia: el externo y el interno. Éste último es darnos cuenta de la esencia de nuestro SER DIVINO. Sentémonos solos donde nadie nos pertur­be, a damos cuenta, a concienciar. Esto es algo místico. Concien­ciemos, observemos, descubramos dónde está el centro de cons­ciencia, la fuente que nos hace pensar dentro de nosotros, que se identifica y dice: "Yo Soy". Eso es Consciencia. El Cristo actúa a través de la conciencia, dependiendo de la observación, de lo que nos demos cuenta y observemos. La "Consciencia Despierta" no la tiene el que estudia la "Enseñanza Espiritual", sino el que se da cuenta de las cosas, sea místico o no.

(*) “Nada esta inmóvil, todo se mueve, todo vibra. (se estudiará profundamente más adelante)"

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