viernes, 28 de octubre de 2011

PRIMER PILAR DE LA METAFISICA VI

 DECRETOS
El "Decreto" es una afirmación verbal, que cuando está respaldada con el sentimiento y el pensamiento, produce el efecto de lo dicho.
Lo que creemos, sentimos y expresamos en palabras de las cosas, tarde o temprano se cumple.
El Maestro Je­sús dice: "Por tus palabras serás condenado y por tus pala­bras serás justificado" Debido a esto, no decimos la palabra "problemas" para no crearlos, y los denominamos "situacio­nes”
A la aplicación de un decreto se le dice "TRATAMIENTO". Para cada situación existen tratamientos efectivísimos que se pue­den realizar con el uso de la "Oración Científica". Nos pasamos el día decretando, con la palabra hablada o pensada. Si decretamos: "YO SOY SALUD", "YO TENGO DINERO", "YO SOY INTELIGENTE", "YO PUEDO", de tanto afirmarlo, sintiéndolo, comenzaremos a manifestarlo. Con el poder del decreto podemos ordenar cómo queremos que sea nuestra vida de ahora en adelan­te.
La afirmación y la negación mental son todopoderosas. Con la negación limpiamos la mente de programaciones ne­gativas, y con la afirmación grabamos sólo cosas buenas y positivas en el subconsciente.

LE QUITO PODER
             A toda programación, situación infernal, arquetipo y decreto negativo, vibración baja, digámosle firmemente y sintiéndolo: "LE QUITO PODER". También podemos afirmar: "NO LO QUIE­RO, NI PARA MÍ NI PARA NADIE. LO BORRO"
            Digá­moslo pausada y concientemente, sintiéndolo, con firmeza, como un edicto de la Corte que, sea como sea, se va a cumplir. Seguida­mente, afirmemos lo positivo de la situación, para transformar en perfección las imágenes negativas del subconsciente y del conscien­te.
           Aceptar algo negativo, no lo disuelve, y puede que su energía quede circulando y sea absorbida otra vez. Cuando decimos: "LE QUITO PODER", despotenciamos la negatividad.
            Esta es la forma de limpiar nuestro subconsciente y reprogramarlo positivamente, grabando sólo cosas buenas y positivas.
            Quitémosle poder a todo lo negativo y destructivo que no queramos, y lo veremos desaparecer de nuestro mundo. El "yo quiero" y el "yo no quiero"   son todopoderosos cuando los decimos con convicción y fuerza mental.
              El "yo quiero" se lo decimos a lo positivo y  el "yo no quie­ro", a lo negativo.

AFIRMACIÓN

         La afirmación es un decreto positivo, hecho con la mente y  los sentimientos, para ordenar cómo queremos que sea nuestra vida. Si queremos PAZ, digamos: "Yo decreto PAZ". Si deseamos opulencia, digamos: "Yo decreto la sustancia ilimitada de dine­ro”
        Uno no debe ser egoísta, y lo bueno que desea para sí mismo, también lo debe decretar para los demás. Uno puede afirmar: "Yo con Dios soy la mayoría"



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