martes, 18 de octubre de 2011

FENG SHUI DE LA METAFÍSICA

 CONSTRUCCIONES
En el "Feng Shui de la Enseñanza Espiritual" se considera Ja existencia de construcciones de diversas naturalezas, donde son aplicables las técnicas del Feng Shui. La principal de todas las construcciones es el "Templo Personal", que es nuestro cuerpo, ya que en su interior está "El Dios Interior" como su deidad central, rodeado de nuestro mundo espiritual, con los cuerpos etérico, astral, mental, el Cristo y la Divina Presencia de Dios "Yo Soy"

LAS TRES ZONAS SAGRADAS
Toda construcción, sea el hogar, sitio de trabajo o santua­rio, puede estar dividido en tres zonas que se ubican de acuerdo al acceso que uno tenga al entrar por la puerta principal. Éstas se reconocen imaginando frente a uno, a partir de la puerta de entrada, un Corazón con la Llama Triple.

ZONA ROSA
La Zona Rosa es todo aquel espacio que se desarrolla del lado izquierdo o de la Llama Rosa del Cristo Interno; es la parte maternal, amorosa, acogedora y nutritiva del recinto. Si en un inmueble se desarrollan los espacios habitables del lado izquierdo                                      
se cataloga como un espacio del Rayo Rosa o Femenino, acogedor, maternal, suave, amoroso y tierno.
             
 ZONA AZUL
La Zona Azul es todo aquel espacio que se desarrolla a partir del lado derecho, entrando por la puerta principal, que es el lado donde está la Llama Azul del Cristo Interno.
Es el lugar donde se genera la parte positiva del Templo o la usa, y sobre todo es de protección, dirección, seguridad y confianza. SÍ un recinto tiene el espacio que se desenvuelve a partir de la  puerta de entrada, del lado derecho, entonces es masculino, impositivo, fuerte, enérgico y poderoso, ideal para oficinas de direección, gerencia y comando.

ZONA DORADA
La Zona Dorada siempre es el centro del recinto. Hay recintos ejecéntricos, que tienen un eje central, el cual puede ser un pasillo o salón de donde se distribuyen simétricamente, de derecha a izquierda, los demás espacios. No en todos los hogares y lugares de trabajo hay una zona central. Si en el recinto se re­laten, más o menos, los espacios en igual cuantía, tanto a la techa como a la izquierda, se considerará ese lugar como un o inteligente, equilibrado, sabio, sensato, ideal para grupos espirituales, templos, santuarios, lugares de oración. Los recin­tos que se distribuyen simétricamente, tanto del lado derecho de la Llama Azul como del izquierdo de la Llama Rosa, tienen una predisposición natural al equilibrio de las fuerzas, como ocurre con la mayoría de los templos católicos, Mez­quitas y Sinagogas, en perfecta simetría. A los lugares así se los llama "RECINTOS INTELIGENTES"

Hay casas y recintos que sólo tienen espacios de un lado, sea éste el de la Llama Azul o el de la Llama Rosa, o un eje cen­tral que es Dorado, a cuyo alrededor se distribuyen los espacios. En vista de esto, hay Templos y casas Rosados, que son lugares familiares, formativos y acogedores; otros Azules, que son cen­tros de poder y dirección; y existen otros recintos totalmente equilibrados, cuyas distribuciones son simétricamente iguales, tanto hacia la derecha como hacia la izquierda.
  ESCOGIENDO VIVIENDA
Si se escoge un apartamento para vivir, el mismo no debe estar ubicado en el primer piso ni en el sótano, ya que tendrá en­cima la carga energética de todos los hogares que están arriba, y desde el punto de vista energético, no será muy cómodo ni rela­jante vivir allí. Lo más recomendable es un penúltimo piso, ante penúltimo, y de allí para abajo, menos los primeros pisos. El últi­mo piso no se recomienda, porque, si encima nene la azotea a la intemperie, recibe mucha luz solar diariamente y esto sobrecarga el recinto de tal manera, que no resulta cómodo para vivir.
Al escoger casa, preferiblemente que sea en lugares donde los terrenos sean altos, y entre los altos, el más alto; que no esté cerca de arroyos ni de ríos, ni en la parte de abajo de ninguna re­presa. A la orilla de los lagos, sean naturales o artificiales, es muy bueno vivir.
Cualquiera sea el lugar a habitar, casa o apartamento, lo preferible es que sea nuevo. Si no es nuevo, hay que asegurarse de recibir una información confiable acerca de la historia del lu­gar antes de adquirirlo. Por ningún motivo se debe comprar un local o vivienda en el cual los dueños anteriores hayan quebrado económicamente, haya habido sucesos discordantes importantes. De todas maneras, con la Consagración del Hogar se puede lim­piar el sitio.
Las condiciones básicas de un buen lugar es que tenga un buen acceso de luz solar, buena penetración de aire y buen dre­naje. No debe haber cerca: torres de alta tensión, cementerios, industrias, centrales termoeléctricas, autopistas ni estaciones de servicio, porque son contaminantes del aire y emisores de vibra­ciones no muy cómodas ni recomendables.
La luz del sol es un estimulante natural, y una casa mal orientada, que no recibe luz solar en las habitaciones apropia­das, resulta inevitablemente lúgubre y triste.
Nuestra casa es nuestro segundo cuerpo y, como tal, debe aumentarse de buen aire, buena luz, agradables perfumes, y ves­tirse de lindos colores. El ladrillo y la piedra son buenos materia­les de construcción. No se recomienda el asbesto ni el cinc. Los materiales ideales para los revestimientos interiores de la vivien­da son las cerámicas, el corcho, el linóleo y la madera. Se deben evitar los revestimientos de vinilo, sobre todo los empapelados, las pinturas al látex; también los tratamientos para pisos de ma­dera a base de poliuretanos, que reemplazan ventajosamente a los plastificados tradicionales.

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